domingo, 30 de junio de 2013

La cuenta atrás

A tres semanas aproximadas de salir de cuentas, considero que el barrigón y yo ya hemos comenzado con la verdadera cuenta atrás para la llegada al mundo de la cachorrina. Este fin de semana ya me instalé definitivamente en Asturias de donde ya no me moveré hasta que no nazca la peque, y el hecho de estar aquí para esperar el Día D hace que lo sienta muuuuy cerca.
 
 
 
A partir de ahora y durante estas tres semanas, me dedicaré a pasear, pasear y pasear, y a seguir las instrucciones de la matrona como buena alumna aplicada sobre las respiraciones, los ejercicios de Kegel o los masajes perineales, todo para facilitar la salida de Nerea y que sea lo menos traumática -para mí y mi cuerpo serrano-, posible. También me dedicaré a limpiar, recoger, montar trastos y colocar cosinas, pero eso es un síndrome del nido en toda regla que merece un post aparte.
 
Debo decir que, a pesar de cumplir casi las 37 semanas de gestación, sigo teniendo un embarazo estupendísimo, sin molestias ni problemas para dormir. Mis 7 horas del tirón no me las quita nadie (a lo que añado otra hora después de desayunar y otra de siesta, que no se diga que no descanso), lo que parece ser que en preparación al parto las tenía alucinadas porque en esas horas no me despierto ni para hacer un pis. La verdad es que reconozco que una servidora salía la mar de contenta de esas clases y con el ánimo por las nubes porque las otras futuras mamis estaban ya casi todas con sus achaques, falta de sueño, ganas de hacer pis cada 5 minutos, mucha pesadez y cansancio extremo, ciática y/o lumbago, cólicos, calambres en las piernas, falta de hierro, anemia, diabetes, pérdidas, cólicos, naúseas y vómitos (que al parecer todavía les duran), estrías, estreñimiento, hasta hemorroides alguna... Tanto era así que cuando una por una iban contando su retaíla de últimas molestias, yo casi me sentía mal por tener que decir que mi único problema con la cachorrina (aparte de las patadas ninja), es el de los pantobillos que se me están poniendo por la retención de líquidos, y que son una cosa muy fea. Para que os hagáis una idea, -no de los pantobillos, que eso es una mutación muy horrorosa que es mejor que no veáis, si no de lo bien que me trata el barrigón-, ayer estuve en pie desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, sin pasar por casa ni un minuto, incluyendo el día tiendas, viaje, comilona y cena familiares, fiestas del pueblo del Cangués con sus bailes en la carpa de la fiesta incluidos, y no tuve que abandonar más que por el sueño que me estaba entrando que ya cabeceaba de pie. Un chollo de embarazo, oiga.
 
Las semanas que faltan, sólo me queda esperar que la peque siga tratándome así de bien en el parto y cuando ya esté fuera, aunque en vista de su actividad continua me temo que lo que se está gestando aquí dentro es un culo inquieto (pánico mortal el que me metieron en el cuerpo ayer las primas del Cangués con su malvivir postparto ;)). Además en la semana 37 los médicos dan el embarazo por finalizado, de tal forma que la cachorrina podría decidir salir en cualquier momento desde ya sin que se la considerase prematura, como un parto perfectamente normal, así que ahora vivo sin vivir en mí esperando posibles señales de que ésta quiera salir (que la salida la busca a base de patadas, que os lo digo yo). Como mañana tengo cita con la tocóloga, espero que pueda darme alguna pista sobre cuánto cree ella que puede faltar para el parto, así que ya os voy informando de las novedades, ¡si las hay!.
 
¡Ah! Ha vuelto la conexión a internet a mi vida, así que espero volver a darle un poco más de ritmo al blog. ¡Hasta el próximo post que me voy a mi siesta postdesayuno!
 
 Imagen vía Pinterest.
 
 

miércoles, 26 de junio de 2013

Los síntomas del parto

Una de las primeras clases de preparación al parto a las que asistí trataba sobre cuáles eran las señales de que el parto se acercaba, cuáles los síntomas inequívocos de que éste había comenzado y en qué momento debíamos subir al hospital para dar a luz. En esto último la matrona insistió mucho para asegurarse de que no subíamos antes de tiempo y nos tenían que volver a mandar a casa, dando viajes innecesarios de urgencias a casa y de casa a urgencias que nos metan en un bucle que se me antoja infernal si estás con dolores y ganas de que te saquen a la cachorrina de ahí dentro.



Pues bien, las señales de que el parto se acerca pero que todavía no deben hacernos salir corriendo al hospital pueden ser:

- Expulsión del tapón mucoso. Que al parecer es una cosa gelatinosa y sanguinolenta (que suena muy asqueroso) que es lo que protege la entrada del útero. Se puede expulsar unos días antes del parto así que no es síntoma de que ya vayamos a dar a luz, pero sí de que falta poco.

- Aumento de las contracciones del embarazo (que no las del parto). Se trata de las contracciones de Braxton Hicks, de las que ya hablamos alguna vez, y que según se acerca el momento del parto aumentan en intensidad y cantidad, pero siguen siendo irregulares e indoloras, lo que nos permite distinguirlas de las de verdad de la buena.

- El barrigón desciende hacia la pelvis. Es señal de que el bebé ya se ha encajado para salir, pero pueden pasar días o semanas todavía antes del alumbramiento.

Sin embargo, como os digo, ninguna de éstas señales indican otra cosa que no sea la proximidad del momento, así que debemos esperar a los verdaderos síntomas de parto para salir como una loca (en mi caso) para el hospital:

- Rotura de aguas. Se trata de la rotura de la bolsa donde se encuentra en bebé, con la consiguiente salida del líquido amniótico donde éste ha crecido durante los últimos 9 meses. Puede ser un simple desgarro con pérdida de líquido paulatina o directamente una rotura en toda regla con salida de líquido modo charco. En este caso, aunque no hayamos sentido aún ni una triste contracción, debemos acudir al hospital puesto que el bebé queda más desprotegido y es más fácil que haya infecciones. Si el agua es clara, iremos al hospital pero tranquilamente que no es una emergencia. Sin embargo, si las aguas son verdes o turbias, se debe acudir inmediatamente porque es síntoma de sufrimiento fetal y puede que tengan que provocarte el parto.

- Contracciones regulares y dolorosas (de la muerte). La matrona que daba las clases de preparación al parto nos decía siempre que distinguiremos perfectamente las contracciones del parto y lo hacía mirándonos muy seria y diciendo, con la voz de Constantino Romero haciendo de malo o justiciero: "Lo notarás." A mí particularmente me aterrorizaba. Pues bien, cuando notemos esas contracciones que nos quiten las ganas de vivir de los dolores y éstas sean cada vez con mayor frecuencia, estaremos de parto. Eso sí, su recomendación es pasar el mayor tiempo posible sufriéndolas en casa o por ahí de paseo (tiene que ser un poema lo del paseo) así que tenemos prohibido subir a urgencias hasta que no llevemos 2 horas con contracciones cada 5 minutos, si no queremos que nos vuelvan a mandar a casa. Si ya has parido antes, entonces basta con que sea 1 hora de contracciones cada 5 minutos, por aquello de que la cosa va más rápido que para las primerizas.


Además de éstas dos circunstancias en las que sí debemos acudir al hospital porque daremos a luz en las siguiente horas, también debemos acudir a urgencias en caso de que pasen 24 horas sin que hayamos sentido ningún movimiento fetal (que la cachorrina no está sin menearse ni 24 minutos por el momento) o si tenemos alguna hemorragia o sangrado vaginal.

Y hasta aquí la clase de hoy. Yo ya me estoy poniendo nerviosa pensando en estas cosas porque ya está a la vuelta de la esquina el final del barrigón y la incertidumbre de saber cómo será el parto, cómo llevaré los dolores, y las ganas de ver a la cachorrina empiezan a ocupar mis pensamientos mucho más de lo que lo venían haciendo hasta ahora. Aparte de que ya siento más contracciones a diario, sobre todo cuando hago esfuerzos o sesiones de caminata maratonianas, que la cachorrina ya tiene más fuerza que yo misma y que el barrigón ya pesa como 7 quintales y noto que me tira como si fuera a reventar en cualquier momento (que yo creo que es Nerea que ya se agobió y busca la salida por cualquier parte, la pobre...).

Pero como no se puede predecir el cómo ni el cuándo, y la cachorrina, salir tiene que salir, pues lo tomaremos con calma y esperaremos tranquilamente y en modo zen que llegue la hora, que el estrés es muy malo.

¡Hasta el próximo post!


domingo, 23 de junio de 2013

Nana, los sacos de paseo y otras monisiteces

Pasear con la cachorrina no sólo requiere del famoso trío con su capazo, su sillita y demás, sino que también necesitamos otros elementos que hagan que vaya lo más cómoda y calentina posible y con todas sus cosas a mano. Para ello nosotros ya nos hemos hecho con los saquitos que necesitará la peque y con el bolso a juego en el que llevaremos sus cosas:

Saco para capazo


Saco para sillita


Bolso panera

 
Lo he cogido todo en tonos grises y blancos para que vaya con cualquier mantina que le queramos poner y porque si en el futuro tenemos un cachorrín (ya sabéis lo claro que tengo el tema herman@s), también lo podemos aprovechar.

Lo único que no he comprado es el saco para el Grupo 0 (el huevo), porque tenemos pensado dejarlo enel coche y utilizarlo sólo como silla de seguridad, y no para paseo.
 
Lo cierto es que no pueden gustarme más los saquitos que hemos escogido y que compramos en la tienda que mi amiga Inés tiene en Pamplona: Nana. Desde aquí quiero recomendarla encarecidamente porque todo, y cuando digo todo es TODO, es una monisitez y no tiene nada que no quieras llevarte corriendo a casa porque cada artículo que vende está escogido con un buen gusto que ríete tú de la Preysler. ¡No hay más que ver sus escaparates!








 El que tiene preparado para Sanfermines me mata. Y los "bebés" que tiene son dignos de ver.

Vende ropita de 0 a 3 años y también ropa y accesorios de coche y cuna además de las famosas muselinas de las que ya os hablé y que son una maravilla. Yo ya me hice en Nana con estas dos.



Y para los niños tienen una zona de juegos que es una maravilla hecha por ella con sus propias manos… (¡Tengo que pedirle unas bricoclases para hacer esa cocina!).


Así que porque la tienda bien lo merece, Inés también y porque se ha atrevido a emprender en los tiempos que corren, y de hacerlo con la calidad y buen gusto con los que lo está haciendo, quiero recomendaros a todo los que estéis en Pamplona o visitéis la ciudad que os paséis por la tienda porque os va a encantar (está en la calle Paulino Caballero, 49). Y para las que os pille lejos, os dejo su página de Facebook por si quisierais poneros en contacto con ella o cotillear un poco las monisiteces que tiene.

Hasta el próximo post y seguid tan guap@s.

viernes, 21 de junio de 2013

Más cosinas para Nerea


Desde el último post en el que os enseñaba nuevas cosas para la cachorrina, hemos ido recibiendo más regalos de familiares y amigos que queremos agradecer porque nos hacen una ilusión enorme y ¡nos sirven de mucho! Así que hoy quiero enseñaros nuevas cosas para Nerea que ya tenemos en nuestro poder, la mayoría regaladas y alguna cosina comprada por mí.

- Nuevo conjunto tejido por mi madre, que se ve que le está cogiendo el tranquillo y ahora hace monisiteces cada vez más elaboradas.

- Conjunto de jersey, capota y patucos hecho también a mano por una amiga de mi tía. Me parece una preciosidad.

- Faldón hecho por mi abuela para dejarme mal a mí con el mío, jaja… Y chaquetina a juego.
- Gorrín para el sol.

- Conjunto sport para cuando la cachorrina tenga un año y ya sea un polvorín.

- Patucos llegados desde Estambul para Nerea.
- Gimnasio de actividades, que nos viene genial porque no teníamos y creo que es uno de los juguetes básicos cuando son recién nacidos.

- Bañera plegable de viaje. Es tan apañada que yo creo que la utilizaremos no sólo de viaje, sino como bañera habitual para la peque.



¡¡¡MIL MILLONES DE GRACIAS A TOD@S!!!

Y para que no se diga, la madre de la cachorrina, osea yo, también voy mirando alguna cosa que nos hará falta y de la que andamos más escasos, como bodies y pijamas.




La verdad es que esto de entrar en tiendas de bebés e ir cotilleándolo todo es un vicio porque es todo taaaaaaaan bonito, que hay que reprimirse mucho para no comprar más de la cuenta, ¡sobre todo teniendo en cuenta el poco tiempo que le servirá todo!

Que tengáis un finde genial:)

martes, 18 de junio de 2013

8 meses de barrigón

O, lo que es lo mismo, 35 semanas de cachorrina. Poco a poco nos estamos acercando peligrosamente al momento del parto y de tener a Nerea en brazos y la verdad es que no vemos la hora de que sea así. Aunque reconozco que ya siento respeto por saber cómo será su llegada al mundo, si todo saldrá como debe, si ella estará bien, si no habrá complicaciones que obliguen a instrumentalizar el parto o a una cesárea, si respetarán (y respetaré, jaja) mi plan de parto...; estoy deseando que llegue el momento.

Como ya os comenté en el post anterior, sigo sin internet en el piso nuevo, así que las actualizaciones son pocas y cobardes, pero no tengo tiempo a más porque en la biblioteca de al lado de mi casa sólo dejan conectarse 30 minutos al día y con el barrigón no se me apetece nada cargar con el portátil por el mundo en busca de wifi, ¡así que espero que no me lo tengáis en cuenta!

Para compensar os enseño en todo su esplendor, paseando por la playa con sus 8 meses recién cumplidos a, tititiritiritititiri tititiritiritititiri (música de circo):


Ahí lo tenéis, tamaño XXXXXL...

Y ahí dentro habrá ya como 2,500 kg de cachorrina que ya me deja doblada a patadas con la fuerza que tiene la tía... 

Sigo teniendo un embarazo del que no me puedo quejar, sin apenas ninguna molestia y ya empieza a estar preparado todo lo de la peque, que hasta la cuna está montada, no vaya a ser que se nos adelante más de la cuenta y nos pille el toro.

No me da tiempo a mucho más, que la contrarreloj ésta a la que me someten los funcionarios de la biblioteca estresa mucho y parece que el ordenador se va a autodestruir en 45 segundos. Hasta el próximo post y seguid tan guapos :)

viernes, 14 de junio de 2013

Ideas Deco: Pintura Pizarra

Últimamente se me está complicando mucho la cosa de actualizar casi a diario como venía haciendo, porque con la mudanza al piso cuco nos hemos quedado sin ADSL temporalmente y nos ha tocado también visita a Asturias para la eco, matrona, análisis y demás, pero intentaré coger ritmo otra vez en cuanto la conexión a internet me lo permita (porque intenté actualizar o comentar con el móvil, pero no es lo mismo y me lleva infinito porque el mío tiene mucho carácter y hace lo que le da la gana).
 
Hoy os dejo con un post rápido de ideas para decorar la habitación de los peques: la pintura de pizarra; que, como su propio nombre indica, es un tipo de pintura con apariencia de pizarra de las de toda la vida que puede aplicarse sobre casi cualquier superficie y que permite pintar y colorear en ella con tiza y borrarla con un trapo en un periquete.






 
 
A mí la idea me gusta mucho porque es una forma de que los niñ@s tengan siempre su propio mural para mostrar sus dotes artísticas en la habitación sin tener que recurrir a métodos más dolorosos o permanentes como pintar con boli o rotulador las paredes de casa (¡que levante la mano el que no lo haya hecho!). O incluso nosotros podemos dibujar con ellos y pintarles cosas que les puedan gustar, aunque en mi caso, cuando la cachorrina vea el talento de su madre para el dibujo, me prohibirá terminantemente acercarme a su pizarra a menos de 5 metros.
 
Si se quiere se puede pintar una pared entera, a lo grande, o, si nos parece mucho, pues pintaremos sólo un espacio más pequeño y a la altura de los artistas locales. También puede ser buena idea, para no meternos con las paredes, pintar alguna otra superficie más pequeña, como la puerta de un armario, un cuadro o la superficie de una mesa.






En esta foto tenéis además una idea para los más apañaos sobre cómo aprovechar una cuna transformándola en escritorio infantil.
 
¿Algun@ habéis utilizado la pintura pizarra para los peques? Yo no sé dónde lo haré, pero en alguna parte se la pongo a Nerea!!

¡Hasta el próximo post!