Desde que supe que estaba embarazada me preocupó mucho el
tema de coger demasiados kilos, porque entre mi facilidad para ello y el miedo
que te meten cuando escuchas casos de embarazadas que durante la gestación
pueden llegar a coger hasta 30 kilos (30???), quedaba claro que había que
intentar ser un poco constante y ¡mover el culo!!
Informándome sobre ello he aprendido que el deporte está recomendado, siempre que no sea peligroso y la intensidad no perjudique a
tu salud ni la del feto. Vamos, que si nunca hiciste ejercicio, no es el mejor
momento para pegarte palizones en el gimnasio porque el propio embarazo ya
aumenta el ritmo cardiovascular y puede ser contraproducente. Pero, realizado
con moderación y de forma controlada, resulta beneficioso para mejorar la condición aeróbica y muscular
de la mujer embarazada, lo cual facilita el parto y disminuye la necesidad de
intervenciones médicas, disminuye los signos de insuficiencia cardiaca
fetal y facilita la recuperación física (y emocional) tras el parto. Por el
lado contrario, como punto negativo, se asocia el ejercicio durante el embarazo a la disminución del peso del bebé al nacer en unos 300 gramos . Pero oye, 300 gramos él, 10 kilos
yo, a mí me parece justo :D.
Hay deportes que no se aconsejan en esta etapa, y son
todos aquellos en los que corres riesgo de golpearte o caerte (yo corro ese
riesgo hasta en reposo, pero ese es otro tema…). Se desaconsejan especialmente
el submarinismo, el surf, el esquí acuático, snowboarding, la escalada, el
ciclismo, montar a caballo, y mi prohibición preferida: esquiar cuesta abajo. Sí,
amig@s, cuesta arriba sí se puede esquiar estando embarazada (en circunstancias
normales es imposible, pero si estás esperando un bebé, puedes; es así).
Entre las actividades más recomendadas para las embarazadas
se encuentran: caminar (una hora al día, lo cual requiere tiempo, y si
trabajas mañana y tarde se complica), la natación y el yoga para embarazadas.
Yo vi esa foto, sentí dolor y me decanté por la natación porque creo que es lo más cómodo y práctico ya que, al no pesar tu cuerpo en el agua, la probabilidad de abandonar cuando tengas el barrigón es menor.
A pesar de ello, estoy contenta con la experiencia de la
piscina y me estoy portando muy bien… ¡a ver si no se me pasa!
Hasta el próximo post!!
Jajajajajaja.... Q bueno, yo hacia igual con poca tripa!
ResponderEliminarSara
Gracias por pasarte y comentar, Sara!! Es que es una tentación intentar disimular!!
ResponderEliminarYo también hice y hago natación (matronatacion) en los dos embarazos, además voy a la pisci todos los días que puedo (antes y ahora mas, con la peque) y como encima en los embarazos me como tooooodo el verano ..!!
ResponderEliminarYo también quería matronatación, pero en las piscinas a las que yo voy no había, así que me conformo con nadar por mi cuenta!! Pero sí que me encantaría hacerla después con mi peque!!
EliminarNadar con la peque es lo mas recomendable!!! Jimena empezo con matronatacion en la piscina con 5 mesecitos ( hasta que tuvo casi dos años, ahora ya las clases de natación son sin los padres, solo con el profe) y pierden el miedo al agua, les cansa, hacen mucho ejercicio y les encanta!! Solo lloro el primer día, luego todo como la seda!
ResponderEliminarYo también quiero apuntarla con 5 ó 6 meses, cuando me digan que ya puede porque creo que será buenísimo. Y tú me lo confirmas, jeje...
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