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martes, 19 de febrero de 2013

El nombre

La elección del nombre del bebé es una de las decisiones más importantes que van a tomar los padres en el embarazo y, a no ser que los dos tengan muy claro desde el principio el nombre que quieren para su hij@, y haya consenso, lo cual es complicado, entonces puedes tirarte meses dándole vueltas.


No es una cuestión que pueda tomarse a la ligera, porque al final la criatura, que no tiene culpa de nada, tendrá que convivir con el nombre que le pongas toda la vida. Aunque a partir de los 18 puede cambiárselo, ya habrá pasado lo peor: el colegio. Porque todos sabemos que la escuela es implacable para según que cosas, y puedes hacerle la adaptación más difícil a tu pequeñ@ si, por ejemplo, le pones un nombre con rimas fáciles y poco afortunadas.

Entonces, para escoger, debes tener varias cosas en cuenta (con el colegio siempre en mente, jaja): tiene que ser un nombre que os guste a los dos, tiene que quedar bien con el apellido (se puede liar muy parda con según que combinaciones nombre-apellidos, o puede quedar simplemente fatal), que no sea muy raro o difícil de escribir porque sino se va a pasar la vida deletreándolo y aguantando que le llamen de todo menos por su nombre), pero que tampoco sea el más común en su entorno para que no se llamen todos los niños igual y tenga un poco de individualidad (si coincide en nombre con la mitad de la clase, lo más probable es que termine con un apodo para diferenciarlo, que no siempre será de su agrado, ni del tuyo, jaja). Para evitar esto, se pueden consultar en miles de paginas cuáles han sido los nombres más comunes los últimos años, para que veas por dónde van los tiros. También se tiene en cuenta para elegir el nombre que sea corto, o que si es largo, tenga un diminutivo como mínimo aceptable, porque todo el mundo le va a llamar por él, por mucho que tu trates de evitarlo.En fin... un temón...


Nosotros hemos tenido suerte porque estamos esperando una niña y en este caso teníamos el nombre bastante claro desde el principio, aunque con alguno de reserva, por si acaso. Pero si llega a ser niño hubiéramos tenido que llamarlo Niño hasta que tuviera edad para escoger él solito, porque no llegábamos a un acuerdo. A mí sólo me gustaban Pelayo o Mateo, y a Miguel, Bruce Willis (o Brusgüilis, que no queríamos nombre compuesto). Y cada uno en sus trece, oye, jaja... Yo creo que venía niño y cuando escuchó el tema de los nombres decidió ser niña.

El caso es que sí, que para facilitarnos enormemente las cosas es una nenina que se llamará (mejor dicho, ya se llama): NEREA. Es un nombre que a mí siempre me encantó, a Miguel también le gustó mucho y ninguno de los dos tenemos ningún familiar que se llame así. Además, como va a ser más asturiana que la sidra, la fabada y las fiestas de prao juntos, nos gusta que tenga el recuerdo de su paso por Pamplona (a fin de cuentas fue concebida allí y allí vivirá al menos el primer año de su vida). Aunque esto es una tontería porque el nombre me gusta muchísimo y la hubiera llamado así aunque la hubiéramos encargao en Albacete. Pero como coincide, pues mejor que mejor, jaja. Por cierto, me han dicho mis amigas vascas y navarras, que Nerea significa Mía, y me he dicho "perfecto, pues como es mía, ahí lo tienes". 


Me gusta. :)

4 comentarios: