¡¡¡Habemus carricoche!!!

Por fin, cuando ya casi estamos de 7 meses de embarazo, nos hemos dignado a encargar la silla de la cachorrina. A algunos igual incluso os parece pronto -que era lo que yo pensaba, que no había prisa-, pero resulta que tardan en entregártela como un mes desde que la pides y si, encima, se te adelanta el parto, pues te pilla la llegada del bebé desequipada.

Del apasionante mundo de las sillas de bebé ya os hablé en otro post, porque tiene telita el asunto, así que sólo resumiré lo que nosotros buscábamos: un cochecito que ocupara poco, que pesara menos (que tengo que moverlo yo con mi metro y medio), cuyas ruedas no pincharan, que fuera fácil de plegar y desplegar y que no fuera caro.

Con esas ideas en mente hicimos un par de intentos fallidos de buscar cochecito, porque la paciencia del Cangués en una tienda (sea de lo que sea) se agota tras el primer minuto y medio, y antes de que te dé tiempo a decir "creo que por allí están las sillitas" ya le pillas caminando hacia atrás disimuladamente buscando la salida. Total que este sábado por la mañana, decidimos por consenso que era de más ayuda si no venía así que fuimos mi madre, mi suegra y yo tan contentas a fisgonear los famosos tríos (chasis con sillita, capazo y grupo 0 para el coche).

Primero estuvimos en una de esas grandes superficies de las que no está bien decir el nombre, aunque era en El corte Inglés, por aquello de que tendrían más variedad de modelos para comparar unos y otros, pero no sé por qué ese día sólo había tractores expuestos en la zona de puericultura y no había ni una sola sillita que se pareciera a lo que andábamos buscando. Debía ser la semana del Trío 4x4 y todoterreno. Encima no nos hicieron ni caso -ni preguntar pudimos-, que digo yo: 3 mujeres, una de ellas con barrigón tamaño balón de playa de Nivea, husmeando en la planta de bebés entre giganto-sillas, cunas, cucos, taca-tacas y ¿no le parecimos un filón a nadie?¿en serio? 

Total que nos fuimos a una tienda de puericultura pequeña de las que llevan vendiendo sillitas de toda la vida de Dios (de hecho fue en la que mi madre compró en su día mi carricoche, no os digo más) a la que me hacía más ilusión dejarle ingresos y que sí que tenía un buen surtido de sillas que se acercaban a nuestras premisas. 

Y ahí cayó el trío. Tras mirar unas cuantas, nos decidimos por el trío Pack Streety Plus de Bebé Confort. Porque nos pareció que era el que mejor se adaptaba a nuestras necesidades: es mono, ligerísimo, reversible, ocupa muy poco, se puede lavar enterito, la silla del coche es de las más seguras, es el que más compacto queda plegado, y además la relación calidad-precio nos pareció estupenda porque también nos trae de regalo, cesta, saco, bolso cambiador y protector de lluvia; una bicoca, oiga. 

Lo encargamos en negro por aquello de que es más sufrido, no cansa, pega con cualquier saco que le quieras poner y vale tanto si tienes niños como niñas. Así que en un mes ya podremos pasar a recogerlo. ¡Una tarea menos!

Por si fuera poco, hoy cumplo 30 añazos (¡30 ya!) y para compensar el cambio de década me han regalado, entre otras cosas, ¡una máquina de coser! Ahora sí que sí, ya podré ponerme a hacer cosinas en serio, no como cuando las tenía que coser a mano y tardaba una eternidad, así que ya os iré enseñando lo que vaya cosiendo para Nerea (y para mí :P). 

Hasta el próximo post y seguid tan guap@s.

Fotos vía Bebe Confort, IKEA.