El Cangués quiere a su Cachorrina por encima de todas las cosas, él la cuida, la protege, ríe con ella y se desvive por escuchar sus carcajadas y ver su sonrisa desdentada.
El Cangués hace kilómetros en el pasillo para dormirla o simplemente calmarla, la pasea en su silla con una sonrisa en la cara, la lleva en la mochila orgulloso de su bebé, se tira con ella en la alfombra y deja que le taladre los oídos con musiquillas de juguetes infernales.
El Cangués nunca tienen nada más importante que hacer que atenderla y jugar con ella, le da papillas, deja que se ponga (y lo ponga) perdido de puré, cambia pañales tóxicos, la mira y la remira con ojos de enamorado, le canta hasta el infinito la canción de los elefantes y la tela de araña de criptonita para que se coma la última cucharada.
El Cangués ya no ve Teledeporte (así en general, echen el deporte que echen), porque ahora conoce a Dora, Pocoyó o Peppa Pig, y se sabe la canción de Bob Esponja y Tickety Tock. También le canta la Vaca Lechera y le pone a los Cantajuegos a todo trapo en el coche.
El Cangués habla con la Cachorrina en su idioma, baila con ella ante el espejo y por cansado que llegue de trabajar, siempre tiene ganas de una buena lucha de cosquillas con su peque.
El Cangués se sorprende todos los días de lo que crece "el bicho" y de "lo guapa que es, ¡la virgen!" y se la come a besos por la mañana aunque no le haya dejado pegar ojo en toda la noche.
El Cangués tiene conversaciones trascendentales con ella, y hablan de sus estudios y los novios que se va a echar, sabiendo que se va a dejar camelar y le va a subir la paga a la primera caída de pestañas de su nena.
El Cangués le pone los dibus en inglés desde el mismo día que salió del hospital "para que vaya cogiendo la pronunciación", se tira con ella al suelo para enseñarle a gatear y a hacer la croqueta y la pone en pie para que dé sus primeros pasos.
El Cangués le enseña a decir papá y mamá, la baña, le peina los rizos indomables y hasta aprendió a utilizar el asfixiante aspirador de mocos.
El Cangués la viste y "pone guapa" consiguiendo combinaciones imposibles de color en vestido, chaqueta y leotardos, poniéndole 2 bodies uno encima de otro o los zapatos en el pie contrario. Pero tan contentos los dos, oiga.
El Cangués no se deja vencer por el agotamiento y ya anda como loco queriendo dar un hermanín a la Cachorrina.
Cómo la peque no va a patalear y dar grititos de alegría cuando lo ve entrar por la puerta... Yo también pataleo. :)
PD: Feliz Día para todos los papis y en especial al mío, que si lo llego a escoger no hubiera podido elegir mejor. Suertuda que es una. ¡¡Te quiero papi!!
Ainss, pero qué post tan bonito!! Me has dejado al borde de las lágrimas... con lo que yo era, por dios!
ResponderEliminarPor cierto, me gusta mucho la foto de las manos.
Un beso guapa, y felicidades al Cangués!
Si es que la maternidad nos ablanda mucho!!! :9 Un besín!!
EliminarAcabo de escribir un comentario y no se a donde fue a parar que no sale.
ResponderEliminarAsi que voy a repetir lo que dije por si acaso.
Pero que bien te expresas y escribes. No se lo que pensarán los demás seguidores del blog, pero yo creo que deberías publicar un libro con todos los post que publicas.Iba a tener éxito seguro y además ayudaría a muchas embarazadas y mamás primerizas,
Un beso.
Mamá porfavó, que no se te nota nada que me quieres, jajaja... Mua!!
EliminarFelicidades al Cangues. Y lo mas bonito no es lo que has escrito si no que vosotros ademas lo vivís.
ResponderEliminarUn besito!!
Sí, lo bonito es vivirlo :) Y a lo verás!! Un besazo!
EliminarQue bonito!!!
ResponderEliminarAsi me gustan los padres a mí, como "El Cangues" (ojo que el papá de Leo es igual eh?)
Seguro que el papá de Leo es un padrazo!! Estos hombres que completos nos vienen y qué buen ojo tuvimos al elegirlos, jeje... Un beso!!
EliminarOhhh que bonito,el Cangues es todo amor! que haríamos sin ellos,a mi también se me cae la baba.
ResponderEliminarUn beso
La verdad es que no sé cómo lo hacen las madres solteras... un aplauso para ellas porque bien lo merecen!! Besinos!!
EliminarJajaja, me encanta, no he podido evitar alguna que otra carcajada. Un padre modelo. Lo que ahora se me viene a la cabeza es... ¿y tú qué haces? jajaja, porque da la sensación de que lo hace todo él. Es una broma, tú eres la mamá y ya desde que leí aquella entrada en la que hablabas de los daños que sufría el pecho con la lactancia materna, para mí eres una supermamá.
ResponderEliminarEspero que hayan disfrutado el día el uno del otro en este primer año tan especial. El mío se niega a reconocer lo que está a punto de suceder, dice que todavía no es su día, que le deje disfrutar de su no-paternidad durante los dos meses que le quedan, jejeje.
Un besote, guapa.
Jajajaja, Flavia, pues hago lo mismo!!! Lo que pasa que cuando el Cangués descansa nos repartimos las tareas, a veces él y a veces yo, y cuando trabaja, pues lo hago todo yo!!!
EliminarEl año que viene ya verás que ilusión le hace celebrar su primer día del padre :) Un besoooo
Como si lo estuviera viendo. Qué enamoradas estamos de los país, se nos cae la baba con ellos.
ResponderEliminarPues sí, qué suerte quererse tanto, jaja... Un beso!!
EliminarOohhh que bonito Pru! el Cangues es todo un padrazo, como tiene que ser!! Felicidades! Y preciosa la fotito eh... Un besazo!
ResponderEliminarPues sí!! Menudo ojo tengo pa escoger varón, jajaja... Seguro que tú también!!! Muaaaaaaaaaaa!!!
EliminarOohhh que bonito Pru! el Cangues es todo un padrazo, como tiene que ser!! Felicidades! Y preciosa la fotito eh... Un besazo!
ResponderEliminarOohhh que bonito Pru! el Cangues es todo un padrazo, como tiene que ser!! Felicidades! Y preciosa la fotito eh... Un besazo!
ResponderEliminarA mí también me sorprenden esas 2 cosas del papá de la bichilla: la paciencia y el aguante para pasearla en brazos por los pasillos y que nunca tenga nada mejor que hacer que acudir a su llamada. Porque yo, como madre, debo reconocer que a veces (sólo a veces) remoloneo unos segunditos antes de acudir a su llamada, pero ellos no ¡ellos salen volando!
ResponderEliminarA mí me pasa igual que a tí, también remoloneo más que el Cangués. Él sale disparado al primer ruidito de la peque y yo espero a que proteste en toda regla (vamos, a que se endemonie directamente, jaja...).
EliminarFeliz día el Cangués! jeje Acabo de descubir tu blog así que estoy por aquí cotilleando!! Los padres son únicos y más en estos tiempos que se les deja desarrollar más su papel y no está mal visto que se les caiga las babas con sus nen@s
ResponderEliminarY menos mal que es así. Que los papis ahora puedan mostrar sus sentimientos hacia sus retoños abiertamente y puedan disfrutar de su cuidado y compartir las tareas. Porque es una ayuda enoooorme. Un beso y bienvenida!!!
EliminarQué entrada tan bonita!! Es verdad que la maternidad nos ablanda, pero esa mirada del papi al bebe, llena de amor es como para ablandarse del todo!!
ResponderEliminarPues sí, normal ablandarse, que una no es de piedra y hay cosas que es imposible que no nos conmuevan, como verlos a ellos jugar y reír juntos... yo me los comería a besos a los dos, jaja... Besos!!
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