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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Una mañana cualquiera...

Se escucha un grito por encima de los decibelios permitidos en cualquier ordenanza municipal, el Cangués y yo pegamos un bote en la cama y nos damos manotazos no sabiendo muy bien dónde estamos ni por qué... "¿qué pasa? ¿qué pasa?"... Son las 6:30 de la mañana, y sólo han pasado dos horas desde la última vez que nos despertamos. En medio de la confusión un nuevo grito con tono de "soyyoestoyaquísoladespiertaysindesayunarasíquevenirperoya". Vale, es la Cachorrina -otra vez-, "tú la entretienes y yo voy a prepararle el bibe".

Cuando vuelvo de la cocina con el biberón, el Cangués se hace el muerto, todavía con los ojos pegados y el susto en el cuerpo, mientras la Cachorrina lo zarandea, se le sube encima agarrándole de los pelos, le hinca una rodilla en las costillas y le mete un pie en un ojo gritando como un masai enfurecido. 

Se toma el bibe de un trago, sin respirar y pide que la dejes en el suelo. La llevamos al salón y la ponemos en la alfombra con sus juguetes. En cuestión de 5 minutos hace recuento de muñecos, que consiste en cogerlos uno a uno, mirarlos, zarandearlos para comprobar si suenan; si no lo hacen, golpearlos contra el suelo o la mesa del salón, darles unos lametones y tirarlos por encima del hombro para pasar al siguiente. 

Hecho el recuento, sale gateando como una bala hacia el baño para poner en práctica su nueva habilidad de abrir el grifo del bidé y ponerse a beber como si de una fuente se tratara. Lo pone todo perdido de agua, así que me la llevo de nuevo al salón, donde vacía todos los cajones del armario, para, al terminar, escapar de nuevo al baño. La devolvemos al salón y antes de que nos podamos calentar el Cola Cao en el microondas, la tenemos en la cocina limpiando el suelo con el paño que colgaba del horno y tratando de meter la mano -y la cabeza- en el cubo de la basura. Le lavamos las manos y la devolvemos con sus juguetes pero, antes de poder abrir el paquete de sobaos, la tenemos de nuevo en la cocina vaciando cajones. La llevamos por enésima vez al salón, cambiándole los muñecos por otros para que la novedad la entretenga (con la consiguiente rueda de reconocimiento: coger, zarandear, golpear, chupar, tirar). 

Entonces, descubre al Cangués comiendo fruta en la terraza y sale pitando hacia allí a ver si le cae algo. El Cangués renuncia a comer tranquilo al fresco y se mete dentro para que la nena no se restriegue por el suelo de la terraza ni se eslome con el ventilador del aire acondicionado. Así que todos al salón y puerta de la terraza cerrada, cuyo cristal ahora la Cachorrina se dedica a lamer y a frotar con sus manos regordetas impregnadas de restos de melón. Cuando me dispongo a limpiar la puerta, ella aprovecha para salir corriendo de nuevo al baño. Pero como le hemos cerrado la puerta, va a su habitación donde tiene más cajones que vaciar, y donde puede ponerse de pie a zarandear la cuna agarrada a los barrotes, gritando en arameo antiguo. 

Se cansa y vuelve gateando al salón para buscar la cartera de su padre y vaciarla en el suelo. Acto seguido, sale corriendo de nuevo a su habitación, pero en medio del pasillo decide entrar en la nuestra para tirarnos los libros de la mesita de noche. De repente se echa a llorar, porque se ha pillado los dedos con la puerta de la habitación, cuando intentaba arrancar el tope. Vamos corriendo: "sana, sanita, culito de rana...". Y volvemos con ella al salón a jugar, pero sólo conseguimos entretenerla con unos cuentos unos minutos; luego vuelve a la carga y a correr de acá para allá como si el biberón, en lugar de leche con cereales, llevara Red Bull. 

Para bajarle las pulsaciones, le ponemos a Miliki en el ordenador para que baile un rato, y que nos deje unos minutos de paz en los que, en tiempo récord, recogemos el caos y destrucción que reina en la casa, y hacemos como que ponemos orden.  Entonces descubro que también se ha hecho caca. La llevo al cambiador para quitarle el pañal sucio y me enfrento a una espiral de violencia callejera: se retuerce, patalea y grita como si en lugar de el pañal fuera a quitarle una pierna, así que tengo la difícil tarea de cambiarla y vestirla mientras le hago un placaje de lucha libre. Después de 10 minutos de combate cuerpo a cuerpo, consigo que esté vestida y adecentada y me dedico un rato a cantar y jugar con ella. Pero el cuerpo ya le pide calle y corre hacia la silla porque muere por salir de casa, así que la siento y salimos por la puerta en dirección al parque, donde nos espera una mañana de vueltas sobre nosotras mismas y bucles de entrar y salir por la puerta del parque y arrastrar los pies por las hojas el suelo. 

Y allí, yo miro  a otros niños de su edad sentaditos en un pacífico ir y venir en sus columpios, y después miro a mi Cachorrina, y la veo subir y bajar cien veces el mismo escalón en una espiral de la que no puede salir, con su cántico zulú, y no puedo evitar preguntarme si es algo que nosotros hemos hecho mal o es que la nena está como unas maracas de Machín. 

Y sólo son las 10.

14 comentarios:

  1. Jajajaajj, perdona que me ría... Pero de verdad antes de las 10 ha hecho tooodo eso? A las 10 en el parque?
    Jo, álvaro es un culo inquieto pero como se acuesta a las mil dp hasta las 9 no da carga, menos mal.
    Ah, y el mio tp para en el parque! Ni yo tampoco, gracias a alvaro no me hace falta gimnasio!

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    1. Jajajaja, sí, esa es la parte buena, que nos mantienen en forma... Pero la Cachorrina empieza demasiado temprano a dar guerra!!! Aunque debo reconocer que a las 9 de la noche está en su cuna :) Besos!

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  2. Si es lo que yo digo, estos niños tan inquietos son nuestros entrenadores personales, en mi vida he estado yo en tan buena forma como ahora que me tiene el Gordito sin parar en todo el jejeje.
    Que tendrá el bidé y los cajones que los vuelven majaras?? Un besote

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    1. Lo del bidé y los cajones es para estudiar, jaja... Y menos mal que por lo menos las horas de parque sirven para quemar calorías, algo es algo, jaja... Un besazo!!

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  3. Madre mia!! Alba a su lado es el colmo de la tranquilidad! y yo que creía que es movidita :D

    De momento no abre cajones, ahora he acondicionado la que será su habitación como saladejuegos/despacho, pongo el lateral de la cuna que no usamos en la puerta y así puedo trabajar y ella se entretiene con sus juguetes,

    Dejarla sola en una habitación no lo hemos hecho nunca, ella siempre esta bajo la vigilancia de su padre o mía.

    Al vivir en una casa con dos pisos tenemos tramos de escaleras así que eso de dejarla campar libremente a sus anchas por la casa de momento va a ser que no.

    ánimo!!

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    1. Nosotros hemos quitado los peligros de en medio y cerramos la terraza, la cocina y el baños, así que campa a sus anchas por el salón, el pasillo y las habitaciones... y siembra la destrucción a su paso, jaja... Aunque ya nos hemos encargado de que las cosas que hay en los cajones a los que ella llega son inofensivas, que si no... menudo peligro tiene!!
      Pero es lógico que teniendo dos pisos no la dejéis, lo único que le pongáis una puerta de esas de seguridad en la escalera para que no pueda cambiar de piso, jeje... Un beso!!

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  4. Te entiendo perfectamente. Yo vivo en un duplex y aun no hemos puesto las dichosas puertas en la escalera. Asique aparte de vaciar cajones sacarlo todo mil veces sin que me sirba de nada recoger, maltratar a la gata meterse en el cajón, subirse al mueble de la tele, etc le ha dado por irse hacia la escalera cada vez que no le miro. Y justo ayer con sus 12 meses y medio se arrancó a andar... lo positibo: estoy perdiendo peso :P

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    1. Jajajajaja, para todas la parte buena es quemar calorías, jajaja... Si es que acaban con nosotras!! Menudo peligro con las escaleras, porque por lo que cuentas es un culo inquieto... y ésto sólo acaba de empezar, me temo :S

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  5. despues de la parrafada que habia escrito se ha borrado, voy a llorar jajajajaja `pues bueno te venia diciendo que marc era un niño tranquilo hasta los 18 meses que algo debio de cambiar en su cabeza y ahora es un autentico destroyer, empezo la guarderia el lunes y ya hay un padre que me mira mal porque aqui mi hijo se dedica a ir por toda la clase tirandole los juguetes a la cabeza de los demas peques, suerte que ya no lo veo y que se encargue la ( pobre) profesora porque me daba un poco de vergüenza no poder controlarlo, y no solo coincidimos en eso con la cachorrina sino que ya llevamos casi 20 meses que se despierta tooodos los dias de dios entres las 6 y las 7:30 solo 3 dias ha dormido hasta despues de las 8 ( y no mucho mas alla de las 8:30...)

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    1. Otro madrugador!! Jajaja, pobre, acostumbrada a que fuera más tranquilo, menuda faena que se activara tanto!! Pero que le vamos a hacer, como dicen las demás, al menos hacemos ejercicio, jaja... Un besoooo

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  6. ¿Y tenéis el humor de poneros a desayunar a las 6:30 de la mañana? Y pensar que por suerte Garbancito duerme toda la noche del tirón desde hace un par de meses (tiene 4) y que cuando se despierta antes de las 8 con las mismas le meto en mi cama, le enchufo la teta y a dormir una horita más. Así le pasa que luego durante el día no duerme nada. Miedo me da cuando empiece a andar...

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    1. Pues sí, hija, sí, desayunamos, cantamos y lo que haga falta a las 6:30...una ruina!!! Menudo tesoro que tienes que te deja dormir desde tan peque, jo, qué envidia!! Nosotros seguimos teniendo noches malísimas, aunque, por suerte, hemos mejorado mucho y también las tenemos buenas... pero el madrugón no nos lo quita nadie! besosss

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  7. Me he cansado leyendolo pero si me pongo a pensar en mi día no difiere mucho del tuyo;madre mia lo que se pueden mover jajaja;menudo gimnasio tenemos y sin salir de casa;en la calle seguimos con mas ejercicio y por la noche,yo me pregunto ¿descansamos? jeje
    Besos

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    1. Ejercicio no se puede decir que no hagamos eh??? Jajaja, son incombustibles estas renacuajas!!! Y de descansar, no mucho, la verdad :S Besossss

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