miércoles, 4 de mayo de 2016

El origen de la tristeza

En los últimos años, se habla mucho de la conciliación de la vida familiar y laboral, como si de un tiempo a esta parte fuera real que los padres y madres de este país pueden ser trabajadores productivos al 100%, que lo dan todo por su puesto de trabajo o negocio, sin que ello afecte a su vida familiar. 

Claro, eso es gracias a que tenemos bajas por maternidad y paternidad lo suficientemente extensas como para no privar de sus padres a los bebés en edades en las que no están preparados biológicamente para esa separación, ya que las madres tienen apoyo y ayuda en el ámito laboral para llevar con éxito una lactancia materna a demanda y que después de eso, mientras los hijos son pequeños, tenemos horarios flexibles que nos permiten pasar con ellos tiempo de calidad... un momento, espera, que me estoy liando con algún país del norte de Europa y esto es España: aquí la baja por maternidad es ridícula, la de paternidad, ni es baja ni es nada, el permiso por lactancia irrisorio, y las jornadas laborales, en su mayoría partidas, un despropósito que impide a muchos padres y madres ver a sus hijos despiertos apenas un rato.

Estaba pensando en ello porque me he dado cuenta de que la Cachorrina siempre, y cuando digo siempre, es siempre, relaciona la tristeza de cualquier ser, vivo o animado, ya sea un bebé, un gato, una hormiga, Mickey Mouse o Peppa Pig, con la ausencia de sus padres.

La situación sería esta: 

Niño, animal, dibujo animado llorando. La Cachorrina pone carina triste y dice :"llora porque quiere a su mamá y su papá", o la otra versión "llora porque quiere ir con su mami y con su papi". Yo le pregunto "y dónde están sus papás, tesoro", y ella me contesta con una vocecita que hablandaría el corazón de Kim Jong-un -que dejaría de ser dictador para dedicarse trabajar como voluntario en un banco de alimentos coreano y a cantar canciones pacifistas a niños enfermos-:  "Trabajando". Cómo se te queda el cuerpo. A mí se me parte el corazón de pensar que mi peque relaciona el sentimiento de tristeza con nuestra ausencia, lo que quiere decir que con dos años y nueve meses sigue sin estar preparada para comprender por qué en determinados momentos sus padres no pueden estar con ella. 

Ahora vas y le hablas de conciliación.

6 comentarios:

  1. Desde luego que es un vergüenza, nuestro jefe dejó caer además que las personas de una determinada edad en esta empresa no valían para nada porque tienen jornada reducida... Alucino.

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    1. Lo que hay que oir todavía a estas alturas... así es imposible lograr igualdad, mientras los jefes de turno sigan viendo a las embarazadas o las madres como un problema. Gracias por comentar!!!

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  2. Ni sé que decirte porque es que tienes toda la razón del mundo, así es Españistán. Que pena que tu hija haga esa relación, me pregunto si tal vez esa relación la hagan mas niños.. que seguramente sea un sí rotundo.

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    1. Yo creo que sí que la harán, al fin y al cabo a esa edad, sus padres son el centro de su mundo y los necesitan de forma permanente. No son capaces de entender la separación. Pobrecitos míos...

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  3. Cuando he empezado a leerte me he asustado, "esta chica se ha mudado de país y no me he enterado", he pensado.
    La mayoría de los días llego a recoger al peque de la guarde a las 18:30 y a las 20:30 ya suele estar en la cama. He decidido dejar de ir al parque entre semana, porque necesito esas 2 horas para jugar un ratito muy pequeño con él, bañarle, darle de cenar y leerle un cuento.
    Veo a mi hijo despierto dos horas al día y los fines de semana siempre hay algo que hacer que me impide disfrutar de él todo lo que me gustaría.
    Llevo una semana acostándome a las 2 y levantándome a las 7 para poder llegar a todo, y parece que esta va a ser igual. (Mira la hora del comentario y piensa que acabo de terminar de planchar solo la ropa del peque, la nuestra ya será mañana...)
    Al menos tengo la suerte de ser profe y tener casi las mismas vacaciones que él... si encima tengo que dar las gracias.

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    1. Hola Flavia!!! Pues sí que tienes un horario complicado para estar con él, y por desgracia es lo más común en este país en el que el trabajo parece ser el centro de nuestras vidas, haciend que tengamos que robarles tiempo a nuestros hijos... un asco vaya. Cada vez que escucho la palabra conciliación me pongo mala!!!

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