miércoles, 3 de abril de 2013

Alimentación en el embarazo o cómo evitar engordar hasta el infinito

Si hay algo que habitualmente nos preocupa a las embarazadas, --aparte del bebé, claro--, es tratar de no coger kilos de más que luego no vayamos a poder quitarnos de encima en años, lustros o, directamente, nunca. Los especialistas recomiendan engordar entre 9 y 12 kilos, incluso menos si se tenía sobrepeso antes del embarazo, siendo lo ideal más o menos un kilo por mes. Lo que no quiere decir que haya que engordar un kilo al mes exactamente, porque puedes no engordar nada en los tres primeros meses y en los dos últimos engordar 5 de golpe, porque el "engorde" es irregular y, obviamente, no puede ser el mismo al principio que casi no se desarrolla la barriguita, que al final, cuando cada semana el barrigón se va transformando de talla pomelo a talla sandía, así sin avisar.



En mi caso no me he portado mal de momento porque llevo cogidos 4 kilos en 5 meses y medio, pero me aterroriza lo que pueda pasar en los siguientes 3 meses y medio, viendo la carrerilla que está cogiendo el barrigón para adueñarse de mi ser hasta taparme por completo y que el Cangués tenga que llevarme por la calle rodando con una vara de avellano. Y con esta ausencia total y absoluta de fuerza de voluntad que me otorgó la madre naturaleza y el metabolismo, --lento, no, lo siguiente-- que me fue concedido, trataré de ser un poco más estricta el tiempo que me queda.

Una alimentación sana y equilibrada durante la gestación, no sólo sirve para controlar el aumento de peso, sino que es fundamental para el desarrollo óptimo del bebé, y es recomendable para prepararte también para la lactancia. 

La premisa fundamental es utilizar el sentido común: todos sabemos lo que es sano y lo que no, y lo que comemos porque es bueno y necesario, y lo que engullimos porque está rico-rico pero sabemos que es malisisisisísimo. Es decir, lo que tampoco podemos es ponernos en el embarazo a obsesionarnos y contar calorías como locas porque, aunque es completamente falso que haya que comer por dos, sí es necesaria una ingesta un poco mayor de calorías diarias para cubrir tus necesidades nutricionales y las del bebé (hablamos de una diferencia de 200-300 calorías, tampoco más), pero tampoco podemos dejarnos llevar y aprovechar que "total, vamos a engordar igual", para devorar todo lo que se nos ponga por delante a cualquier hora del día. Tentador, no digo yo que no...



Pues bien, utilizando el sentido común y nociones muy básicas en nutrición y alimentación sana, se puede resumir la dieta en pocas ideas:

- No es cuestión de cantidad, sino de calidad: no se trata de comer mucho (por dos), sino de comer mejor.
- Respetar las prohibiciones sobre el alcohol, la cafeína e infusiones (consumir de forma moderada), los lácteos sin pasteurizar y, para las que no hayan pasado la toxoplasmosis: las carnes y pescados crudos, el embutido y las frutas y verduras mal lavadas.
- Entender que el embarazo no es momento para ayunos, dietas estrictas, complementos dietéticos, vegetarianismo radical, etc.
- Hacer cinco comidas pequeñas al día para que el bebé reciba nutrientes de manera regular y puedas así lidiar mejor con las náuseas o los ardores. A media mañana y media tarde escoger tentempiés sanos como frutas y lácteos.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas y, a ser posible, crudas.
- Hay que tomar proteínas en forma de carne o pescado y lácteos, que aportan hierro y calcio. Así como legumbres y cereales.
- No se deben eliminar los carbohidratos por el miedo a engordar ya que aportan fibra, vitamina B y minerales.
- Cocinar preferiblemente a la plancha, hervido, al horno o al vapor, evitando los fritos o consumiéndolos como mucho una vez por semana y con aceite de oliva (¡fritanga fuera!).
- Mantenerse hidratada bebiendo unos 2 litros de agua al día (luego dirán que retienes líquidos, claro...).
- Reducir muy mucho el consumo de dulces ya que el azúcar aporta calorías vacías que al bebé no le sirven de nada y a tu cuerpo serrano tampoco --al bebé si acaso le sirven para recibir un chute de energía extra que hará que se mueva más de lo normal--. Pero puedes darte una alegría de forma esporádica, una vez por semana, que no todo va a ser sufrir.

Tabla con las necesidades nutricionales de la mujer embarazada, por trimestre

Como veis, ni soy experta en nutrición ni aplico todo lo que digo aquí, pero éstas son las pautas más saludables que se recomiendan para alimentarse durante el embarazo sin pasar hambre, pero sin entrar en una espiral de kilos sin sentido que, además, al bebé no le aportan nada. Así que en los meses que me quedan, seré más estricta con este tema. 

Ya os contaré cómo me va y el resultado, traducido a kilos al final del embarazo, que ésto es muy fácil en la teoría, pero luego una va a Asturias unos días con la comida de mami, y la de Pilar, y tentaciones varias en forma de cachopos de cecina, fabada y arroz con leche, y a ver quién es el guapo que se acuerda de todo este rollo que os eché hoy... Además, yo creo que a la cachorrina le gusta ;)

Fuerza de voluntad, ven a mí... porfis...

¡Hasta el próximo post!



4 comentarios:

  1. Engordar es algo que preocupa bastante, pero hay veces como me pasó a mi que aunque te intentes controla engordas mucho. Yo engordé 19 kilos en el mío pero gran parte fueron al final y mucho por retención de líquidos. Lo bueno fue que con la lactancia casi tdo ha vuelto a su sitio. Por si te sirve... ;)

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    1. Esa es mi esperanza, jaja, perderlo todo entre el parto y la lactancia. Pero bueno, a ver cómo van estos meses que me quedan!!!

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  2. yo si ya subi muchos kilos y la verdad estoy preocupadísima ya no aguanto mi cuerpo.

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    1. La verdad es que es un rollo el tema de los kilos que nos ponemos encima, pero si no estás a gusto intenta cuidarte!!! Aunque no es fácil, la verdad... y mucho son retención de líquidos sobre todo al final!! Ánimo y no te preocupes que luego se baja (sobre todo con el pecho, palabra!!)

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