jueves, 31 de octubre de 2013

El dolor en la lactancia

Muchas veces había escuchado que la lactancia podía ser dolorosa tanto por el momento de la subida de la leche, como por los estragos que causan en los pezones las primeras tomas de los recién nacidos. En mi caso, la subida de la leche no fue dolorosa en absoluto y la pasé tan normalmente, sólo noté los pechos más hinchados y duros, y, si acaso, una ligera presión, pero sin dolor, ni fiebre o escalofríos, como conozco algún caso. Sin embargo, del dolor en los pezones no me libré, y dudo que ninguna mami lo haga (lo siento por las futuras mamis, jaja) así que os cuento lo que a mí me ocurrió y cómo lo solucioné por si puede serviros de ayuda.

Es totalmente lógico y normal que al comenzar la lactancia el bebé no sepa todavía cogerse muy bien al pecho, que las tomas sean muuuuuy duraderas y numerosas, para conseguir que suba leche suficiente, y que nuestros pezones, -antes seguros y cuidados, protegidos de toda perturbación-, se irriten ante la succión constante de una boquita pequeña que come con avidez. Imaginaros que tuvierais las 24 horas del día a alguien pellizcándoos el brazo en el mismo sitio sin parar, lógicamente os haría herida hasta que os saliera callo, pues con esto es lo mismo. Así es como los primeros días, incluso semanas de la lactancia pueden ser un poco tortu... durillos ante el dolor de nuestros queridos pezones. (Que ahora que lo leo, si me dicen hace un año que iba a estar escribiendo un blog público hablando de mis queridos pezones, pido que me encierren y tiren la llave... si es que no somos nadie...)

Yo tuve la suerte de que la cachorrina se cogió muy bien para mamar desde el primer momento (esos primeros y emocionantísimos minutos de vida que no olvidaré jamás), pero como os digo, a pesar de ello, el tener a un bichín dale que te pego a los pezones, hizo que éstos se me agrietaran e incluso que me saliera alguna pequeña herida que hicieron que cada vez que la cachorrina pidiera su ración de leche mi ceño se frunciera y pensara "ay, ay, ay, mucho dolor, ay", y que continuara con el ceño fruncido durante toda la toma suplicando por lo bajini a la peque que por nada del mundo se soltara, porque eso supondría que debería volver a cogerse, y por alguna razón, el dolor era mucho más intenso justo cuando la cachorrina se agarraba, reduciéndose e incluso cesando a medida que avanzaba la toma. Tan molesto (y diciendo molesto estoy siendo más que generosa) era que necesité utilizar durante unos días unas pezoneras de silicona compradas en la farmacia. 


Las mías eran unas pezoneras que a mí se me antojaron que le irían bien al pezón de King Kong, si el pobre algún día las necesitaba, pero resulta que hay tallas y yo no lo sabía ni nadie me lo dijo (la farmaceútica no estaba a lo que celebraba), así que me fui yo con mis pezoneras gigantes la mar de contenta, pensando que a lo mejor hasta podía meter los dos pechos en una y terminar antes las tomas, ¡un chollo!. Y el caso es que gigantes o no, me sirvieron para su cometido, aunque la cachorrina tenía que desencajarse la mandíbula para meterlas en la boca, pero como la nena es glotona, dijo, pues todo sea por no quedarme sin comer, así que comió con ellas tan ricamente. La diferencia fue muuuuy grande y por fin podía dar el pecho sin dolor.


Como tampoco quería que la peque se acostumbrara a las pezoneras mucho, quería curar los pezones lo antes posible para poder dejar de utilizarlas, así que fue mano de santo aplicar la crema Purelán, de Medela (no me pagan por la publi, pero es que me vino genial) y mi propia leche. Como me dijeron que lo que mejor venía para hacer callo era humedecerlos en la leche materna y dejarlos secar al aire, así iba yo por casa, modo , pechos fuera on todo el día (¡hala, hala, alegría!) hasta que conseguí ir quitando las pezoneras y que las tomas no me dolieran más. Así, en poco más de una semana, la lactancia ya se había establecido sin pezoneras y ni la cachorrina ni yo las echamos de menos, ni nos volvieron a hacer falta en estos tres meses. Por eso puedo prometer y prometo, que la combinación pezoneras, Purelán, leche y pechos aireados funciona.

¡¡Hasta el próximo post!!


14 comentarios:

  1. Me alegra que lo solucionaras. Yo también sufrí unas pezoneras grandes, gigantescas, que solo me duraron un día. Cómo noté la diferencia cuando tuve las que eran de mi talla.

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    1. Pues yo no tuve el placer de probar las de mi talla, pero bueno, me apañe con las otras y Nerea también (lo que hace la necesidad y la ignorancia, jaja)... Pero para la próxima vez ya lo sé!!!

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  2. Y yo tambien doy fe de ello!! A mi el farmaceutico si me dijo q habia tallas y cogi la pequeña, como pequeña era la boquita de mi bebe. Tambien es marca Medela y segun me dijo son las unicas que tieneb varias tallas. Y luego el maravilloso Purelan!! Si que gaste un bote entero y deje medio (truco: usarlo en los labios a modo de vaselina este invierno que hidrata mucho y asi lo gastamos cuando ya no hace falta para los pezones). Porque luego enseguida se curan y ya no hace falta echarse mas. Pues yo tambien modo ¡tetas fuera! Todo el.dia jaja!! Menos mal que era agosto y hacia calorin!! Yo estuve un mes y medio hasta que las tomas se hicieron mas cortas y espaciadas, y el bebe ahora puede estar un buen rato despierto y de buen humor (tras haber comido ya) un buen rato sin estar todo el dia pensando solo en comer como al principio.
    Besinos!

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    1. Tu farmaceútico tenía más idea que la mía, jaja... Me encanta tu idea de utilizarlo para los labios, no se me había ocurrido pero tiene que dejarlos genial!!! Lo probaré, ni lo dudes :)

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  3. ¡Me lo apunto todo porque ya me quedan poquitos días para empezar con la lactancia! El Purelán ya lo tengo en la bolsa del hospital porque todo el mundo me lo ha recomendado con entusiasmo, pero en los de las pezoneras para evitar el dolor momentáneamente no se me había ocurrido. Bueno,primero probaré en mis carnes cuánto sufrimiento aguanto y si no, ya daré instrucciones al futuro papá para que salga de paseo a por ellas (aconsejándole previamente sobre el asunto de que existen diferentes tallas).

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    1. Yo también lo llevaba en la bolsa del hospital, jaja verás que te vendrá genial!! Y sí no olvides lo de las tallas porque las mías eran muuuuuy gigantes y la verdad que daba hasta penita ver el esfuerzo que hacía la cachorrina por meterlas en la boca... pero como es glotona, se apañó como pudo, jaja... Suerte con la lactancia y a ver la bichilla si sale ya que estamos todos pendientes!! :D

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  4. No puedo imaginar cómo será ese dolor, pero sólo de pensarlo se me eriza la piel...y en una zona tan delicada...uff lo que tienes que haber pasado! Por suerte todo se solucionó y me alegro de que así sea.

    Por cierto, tengo un premio para ti en mi blog! Pásate a recogerlo cuando quieras. Un beso grande!

    http://madremaya.wordpress.com/2013/11/03/primer-premio-del-blog/

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    1. Duele, duele, jaja, menos mal que se pasa y como el parto... hasta se olvida!! Ah!! Muchísimas gracias por el premiooooo, qué ilu, un besazo!

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  5. Esa crema es mano de santo,a mi tambien me vino de maravilla para las grietas del principio,se pasa mal pero con paciencia y sabiendo como actuar,cuidando el agarre,etc al final se logra disfrutar muchisimo de la lactancia,y cuando son mas mayorcitos te echan unas miradas de gracias mami que no se pagan ni con todo el oro del mundo ..ains jeje.
    Un besito

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    1. Esas miradas son las que compensan haber continuado con la lactancia a pesar de los problemillas iniciales, jeje... Un besín guapa!

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  6. Pues yo doy fe de que hay lactancias sin un solo dolor. Con mi princesa mayor no supe lo que era que los pezones doliesen ahora que con la segunda......bufffffff.....tela...... pa morirse o lo siguiente madre mía...pero bueno purelan leche y pechos fuera y todo arreglado. Después sólo quedan los buenos recuerdos.

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    1. Pues vaya faena si estabas acostumbrada a la primera sin dolor, tener que soportarlo a la segunda!! Pero bueno, como bien dices, se pasa y lo que te da a cambio la lactancia lo compensa!! Un besín!

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    2. Pues sí así fue mi segunda primeriza total. Me paso de todo vamos, de todo lo que no me paso con la primera.

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    3. Jeje, si es que cada bebé es un mundo!!

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