miércoles, 22 de octubre de 2014

Nuestros básicos del primer año

Cuando estaba embarazada y comencé a escribir el blog, me informé todo lo que pude acerca de las cosas que harían falta al nacer la Cachorrina, y de hecho publiqué varias listas con todo lo necesario para dar la bienvenida a un recién nacido al mundo y apañarse los primeros meses. Sin embargo, una vez que hemos pasado nuestro primer año como papis, ya puedo decir desde la experiencia que no hemos utilizado todo lo que pensábamos, y que hay cosas de las que hubiéramos podido prescindir y otras que nos han salvado la vida, directamente. Hoy voy a hablaros de estas cosas: las que nos facilitaron la existencia a la hora de apañarnos con los cuidados de la Cachorrina, las que utilizamos hasta la saciedad o las que mejor servicio nos dieron. Esto no quiere decir que sean cosas fundamentales para el primer año del bebé, ya que seguro que much@s pondríais o quitaríais alguna que otra, porque cada niñ@, cada familia y cada padre es un mundo; pero, al menos, son las que a nosotros mejor nos resultaron.

- La mochila ergonómica portabebés. No tengo palabras para describir cuánto nos ha ayudado la mochila: fue el mejor remedio para las noches de insomnio con la Cachorrina en las que podíamos dormirla porteándola en la mochila en beneficio de nuestras espaldas y brazos agotados. Además también nos servía para ir de paseo cuando era más chiquitina -ahora con lo que pesa no hay valor a sacarla de casa ahí-, que se durmiera la siesta o simplemente que se tranquilizara cuando no quería la silla. ¡¡Imprescindible en nuestras vidas!! Aún hoy, es un básico de nuestro día a día. (Aclaro que antes de la mochila utilicé una banda de anillas que era monisitez pura, pero la cambiamos por la mochila cuando la peque empezó a pesar más -y porque era más masculina para llevarla el Cangués, que todo hay que decirlo.)

- El cojín de lactancia. No sé si las madres que dan biberón pensarán lo mismo, pero a mí me parece que un cojín de lactancia para dar el pecho es fundamental, especialmente al principio cuando el bebé es muy pequeño y tienes que cargarlo en brazos para amamantarlo, porque son muuuuuchas las horas al día que estarás dando el pecho, sobre todo al principio, y es infinitamente más cómodo poder apoyar al peque en el cojín. Y que conste que el Cangués también le dio uso, aunque sólo fuera para que la Cachorrina pudiera quedarse ratos larguíiiisimos dormida en sus brazos sin que se le durmieran los brazos a él primero.

- La bañera plegable, la "hamaca" de recién nacido para la bañera y el patito termómetro. Lo de la bañera plegable es una maravilla, oiga. No sólo porque puedes llevarla de viaje, si no porque después de usarla, la puedes plegar y guardar sin tener otro trasto más atravesado en medio de la casa. Y además la pones donde quieras: nosotros la poníamos encima de la mesa de la cocina cuando la Cachorrina era más pequeña, y ahora (sí, la sigue usando porque le encanta) la ponemos dentro de la bañera grande del baño para que no lo ponga todo perdido de agua mientras juega. 
La hamaca que se cuelga de la bañera para poder recostar al recién nacido en ella sin tener que estar sujetándolo con los brazos -evitando así resbalones y sustos de esos que quitan años de vida-, me parece otro básico para ayudarte con la hora del baño del bebé. 
El patito termómetro no es que no se pueda vivir sin él, pero nosotros lo hemos usado en cada baño de la nena: primero, para controlar la temperatura del agua, y segundo, para que ella juegue mientras chapotea.

- La hamaquita. En mi opinión la hamaca es fundamental porque casi desde el primer mes los bebés agradecen no estar siempre tumbados y les encanta poder estar un poco incorporados viendo lo que pasa a su alrededor por casa. Y en crisis de llanto inconsolable y que no consigues descifrar, la hamaca en modo vibrador es mano de santo.

- Las muselinas. Las hemos usado para todo, (y las seguimos usando, la verdad): desde ponerla debajo de la peque en el capazo por si regurgitaba, hasta envolverla para dormir, taparla en sus siestas cuando no hace tanto frío para una manta, tumbarla en la playa, cubrir la silla para que no le diera el sol, como babero en caso de necesidad, y hasta como juguete (lo que le gusta a la Cachorrina taparse con las muselinas y darte un susto al destaparse es para verlo...)... Y la habremos usado de mil formas más. Y ni que decir tiene que son también monisitez total y yo ya sólo por eso las adoraba antes de comprobar que las usaría tanto.

- Los chupetes. Porque hacen que los lloros desconsolados se los lleve el viento, cuando ni los brazos logran calmarla, y porque para dormir le encanta tener varios chupetes en la cuna que va cambiando a su gusto o que acaricia mientras duerme. Además ahora la ayudan a dormirse sola sin tener que llamarnos cada hora y media, cosa que agradecemos infinito.

- La cámara de fotos del móvil. Ésto puede parecer raro como básico del primer año del bebé, pero lo es. Es cierto que las mejores fotos se las hacemos con la cámara de fotos buena, pero en el día a día, para pillarle esos mejores momentos improvisados en cualquier parte o grabarla en vídeo (cienes y cienes de veces) para enviar a los abuelos, al final siempre tiras de móvil, por lo que me parece importante tener uno con buena calidad de imagen y vídeo.  

- La cómoda con el cambiador. Más que por el almacenaje de la cómoda, que también nos vino de perlas para las cosas de la peque, nos dio la vida tener un lugar alto en el que cambiar el pañal de la Cachorrina sin tener que eslomarnos de mala manera (unas semanas nos tocó cambiarla encima de la cama y casi quedamos doblados de por vida).

- La trona. Supongo que no todo el mundo considerará la trona indispensable para dar de comer a los bebés una vez que empiezan con la alimentación complementaria, pero en nuestro caso es todo un básico fundamental por la comodidad que supone y porque la Cachorrina no come igual en la trona que sentada en cualquier otro sitio. Es como que se siente más cómoda en una silla de su tamaño, pero a la altura de los demás, de la que no se puede caer y en la que si hace falta se la puede dejar comer sola tranquilamente.

- Los abuelos y las tías. Ellos sí que son un básico fundamental -y lo demás tontería-, que nos han ayudado muchísimo, tanto con cualquier cosa que necesitara la Cachorrina como simplemente muriendo de amor con ella y queriendo cuidarla y llevársela unas horas con ellos, para descanso nuestro. Pena que vivamos tan lejos, leñe... 

Y más o menos estas son las cosas que más nos han servido, obviando por supuesto los básicos más básicos como la cuna, el capazo, la silla, el huevo para el coche, etc.

Y para vosotr@s, ¿cuáles son las cosas que más habéis utilizado con vuestros peques?

miércoles, 15 de octubre de 2014

Dientes, dientes

Hasta que no cumplió los 10 meses, a la Cahorrina no empezó a despuntarle su primer diente, que se ve que con la teta no le hacía falta la dentadura y decidió esperar para estrenarla. Pero fue dejar la lactancia materna y empezar a salir los dientinos, sin prisa, pero sin pausa, hasta llegar al día de hoy que con 14 meses tiene 4 fuera y 4 asomando. Pero entre que le tardaban un montón en salir, y que son de leche y están destinados a caerse, pues debo reconocer que hasta ahora no me había parado a pensar en la higiene dental de la peque. (Y si soy sincera, yo siempre había pensado que se empezaba con la higiene dental hacia los 2 - 3 años, cuando pudieran lavarse los dientes solit@s).

El caso es que me ha dado por consultar cuándo debería empezar con la limpieza de los dientes de la Cachorrina, pensando que estaba dentro de plazo,  y muerta en el sitio me quedé al descubrir que debería haber empezado hace 14 meses, es decir, cuando la nena nació. Muerta sobre todo porque, ignorante y madre sin manual que es una, no entendía muy bien lo de lavarse los dientes sin tener dientes (y alimentándose sólo de leche materna), pero resulta que es importante para evitar infecciones y depósito de bacterias en las encías, y que, una vez al día, debe pasarse una gasita humedecida o un dedal de silicona por las encías del bebé desde el nacimiento.

Una vez que al peque le empiezan a salir los dientes, ya se le deben empezar a limpiar con la gasita, el dedal o un cepillito especial, y -ATENCIÓN-, si tiene muelas, hilo dental. Todo ello acompañado sólamente de agua o, si acaso, de un "granito de arroz" de pasta de dientes especialmente diseñada para niños por su determinado contenido en flúor (1000ppm). La higiene bucal a partir del año debe hacerse dos veces al día y no sólo consiste en la limpieza de los dientes propiamente dichos, sino también en la limpieza de encías, lengua, cachetes y paladar.


Hasta aquí la teoría. Ahora bien, una vez terminé de confirmar que soy una mala madre por no haberme preocupado por el asunto primero, tengo que reconocer que empecé a sudar en frío imaginando las luchas ninja que me esperan con la Cachorrina para lograr que se deje mínimamente meter un cepillo en la boca, o la mano (con el consiguiente peligro que ello conlleva para mi integridad física), o el hilo dental, teniendo en cuenta que el hecho de cortarle las uñas, pasarle un cepillo por los rizos indomables e incluso cambiarle un pañal cuando está entretenida con otras cosas, supone un drama familiar de gritos, lloros, empujones, placajes, que a mí me quitan años de vida y lucidez a partes iguales.

Así que desde aquí hago un llamamiento a mamis experimentadas para que me aconsejen y me digan cómo lo hacen para que sus retoños luzcan sonrisa Profident, sin morir en el intento. Aunque si me toca lucha ninja, al menos, hago ejercicio.

¡Seguid tan guap@s!

miércoles, 8 de octubre de 2014

Semenamoraelalma...

... Cada vez que me ofreces un juguete, un libro o cualquier cosa que te encuentres, y me miras con esos ojazos y me sueltas un monosílabo cualquiera -qué significa "lo", "ta" o "li" es algo que todavía tenemos que establecer-, para pedirme que juegue contigo... Y cuando te veo ofrecer también tus juguetes a otros niños en el parque (y a veces me estalla el corazón de ternura al ver como los persigues con tu bracito extendido y tu juguete en la mano, sin que tengas mucho éxito porque son niños más mayores que están jugando a otras cosas). Y se me enamora el alma porque eres muy chiquitina y aún no nos ha dado tiempo a enseñarte a compartir, y veo que tú ofreces lo que tienes de forma natural y eso me hace sonreír porque pienso que seas como seas... ya eres buena gente...


miércoles, 1 de octubre de 2014

Monisiteces: Super Simple Learning Songs

A la Cachorrina le encanta la música: es escuchar cuatro notas y que el mundo se pare a su alrededor para que ella disfrute de la canción, dé palmadas, o haga como que baila a su manera.

Al principio le poníamos dibus en la tele ,para que no les hiciera ni caso y dejara todo lo que tuviera entre manos cuando sonaban las canciones de turno, siguiendo a lo suyo en cuanto terminaban. 

Después llegaron los Cantajuego(s) a nuestras vidas, o mejor dicho, a nuestro coche, para "amenizarnos" los viajes o, lo que es lo mismo, encandilar a la Cachorrina una y mil veces y torturarnos al Cangués y a mí, una y mil más.

En casa decidimos dejar los dibujos de la tele para cuando fuera más mayor y simplemente ponerle música en el ordenador para bailar, o para ver algunos vídeos con sus canciones preferidas, momento en el que descubrimos los grandiosos poderes sobrenaturales de Miliki, todas las letras de las Canciones de la Granja y los divertidos vídeos de las Canciones del Zoo.

Pero el Cangués seguía con la idea de que la nena tenía que practicar el inglés, aunque fuera con música, así que fuimos probando hasta dar con las canciones de Super Simple Learning Songs, que son canciones infantiles típicas anglosajonas muy sencillitas -easy to teach, easy to learn-, con sus correspondientes vídeos animados y que vienen subtituladas para que no se nos escape la letra y no tengamos excusa para no cantarlas y practicar el inglés también nosotros. No sé a vosotros, pero a mí no se me ocurre mejor manera de que la peque vaya acostumbrando el oído al inglés que con unas canciones que le encantan y unos vídeos que la emocionan hasta el punto de dar saltitos, grititos y palmadas cada vez que empieza uno nuevo.


Si bien, tienen muchísimos vídeos y canciones animadas que a la Cachorrina le chiflan, hoy os quiero enseñar tres canciones más suaves que son monisitez pura, por como están hechos, por las imágenes, por las nanas que suenan, por la vocecita infantil que las canta, por la ternura que desprenden y porque a Nerea le encantan y cuando se las pongo -algunos días antes de dormir-, parece que hasta ella se pone mimosona, incluso diría que la relajan, y me agarra de la manita, me mira emocionada señalando a la pantalla, se acurruca contra mí y hasta me da besos que me saben a gloria. Espero que os gusten tanto como a nosotras.

La del osito es puro amor y os prometo que la Cachorrina me pone ojitos cuando ve al osín con la mamá osa.

En ésta muere de amor por el búho y cuando se da la mano con la estrella, la Cachorrina me coge también de la manita a mí y yo babeo como si no hubiera mañana.

Señala la pantalla emocionada cuando ve al muñequito de nieve y cada vez que mira el vídeo pone la misma cara de alucinada que la primera vez.

¿Son o no son una monisitez? Seguid tan guap@s :)